RESEÑA: CUANDO EL ZAPATERO SE PONE A SUS ZAPATOS. TALLER LUMARI
A quien le suena querer desarrollar una idea… que, parece muy loca (por el solo hecho de que materializar los sueños parece algo inalcanzable) y además levantar una ola, donde en el camino y de manera incluyente puedes ayudar a más personas.
Ayer acudí al taller de Marketing para Arquitectos, organizado por Lumari. La verdad, no sé si es el primer evento de este tipo que organizan, pero de lo que estoy segura es que no será el último que se desarrolle con éxito.
Desde un principio, la expectativa no se hace esperar. Y es que los arquitectos así somos, queremos ser los mejores en “todo” y tememos exponer nuestras ideas por miedo a que nos quiten lo que con mucho esfuerzo, estudio y empíricamente hemos logrado. Entonces, ¿Marketing para arquitectos? ¿Vamos acudir arquitectos a un taller; con los mismos miedos, posiblemente con sueños parecidos y más aún, posiblemente con las mismas ganas de reforzar el mismo talón de Aquiles que nos ha venido fallando a todos? ¿Me vas a enseñar a hacer marketing para que en mi negocio de arquitectura me vaya mejor?
La cita fue en el Salón de usos Múltiples de la Universidad de Sonora. Nos pidieron llegar media hora antes para concretar el registro, lo cual para mi significo y con la justa razón que se merece, darle la importancia a un evento que denota inclusión para todos.
El taller lo desarrollo de manera muy amena el fundador de CROSBY, Jonathan Uribe. Se comenzó con definir lo que es marketing, y una vez definido el concepto, nos pusimos a ello; la arquitectura se encontró frente a frente, y de manera ingenua (hablando de manera personal) con conceptos que había pasado de largo por algún tiempo y que en cierto momento descubrió que tenía no solo que aprender, si no dominar.
Conforme se desarrolló la plática, los arquitectos fuimos soltando el cuerpo, participando y la dinámica fue cobrando sentido práctico y nos pudimos poner en los zapatos del marketing. Sé que hablo por muchos cuando digo que la intención que Lumari alguna vez imagino, se logró.
No me queda más que decir: apoyemos y aprovechemos este tipo de espacios, donde personas dispuestas a dedicar su tiempo y sus talentos, nos comparten, añaden valor y hacen más fácil poner pies y cabeza a nuestras metas.
¡Felicidades Lumari, estoy ansiosa por asistir al siguiente evento y por demostrar que en sonora desarrollamos la cultura y el valor de la arquitectura y de todo lo que la acompaña!
Estefania Gutiérrez